sábado, 30 de junio de 2018

RUTA GUIADA a los 4 Miradores de Ordesa desde Nerín. Ruta en bus. 4 horas.



RUTA  a los MIRADORES DE ORDESA desde NERÍN. (Visita guiada en bus. Duración 4 horas)
Una ruta espectacular en la cual partimos del pueblo de Nerín  pasado el pueblo de Fanlo. Dejamos el coche en un aparcamiento junto a un bar con terraza y subimos andando hacia el aparcamiento donde nos espera un autobús para visita guiada. Desde allí pasamos la barrera que prohíbe vehículos hacia los Miradores y vamos recorriendo los cuatro miradores a cual más espectacular. Desde el primer mirador, después de caminar unos 15 minutos podemos admirar la belleza del parque nacional de Ordesa casi a vista de pájaro con su Cola del Caballo, sus Gradas de Soaso, la Senda de los cazadores, la Senda de las Flores. Luego en los demás miradores podemos admirar varios tres miles: el Cilindro de Marboré, Monte Perdido y el pico de Añisclo (Las tres Sorores), también admirar la Brecha de Rolando, el Taillón, el refugio de Goriz,…
El macizo de Monte Perdido está a la vista de todos en el Pirineo aragonés. Quien se acerque por la zona, enseguida distinguirá los tres picos famosos que conforman 'Las Tres Sorores' o los 'Treserols', como siempre lo hemos oído llamar a la gente del Sobrarbe: Monte Perdido (3.355 m), Cilindro (3.328 m), y Añisclo (3.263 m). Lo que no tanta gente sabe es que alrededor de estas montañas han surgido desde tiempos ancestrales numerosas leyendas. Muchas de ellas cuentan cómo nacieron estas tres formaciones calcáreas en el valle de Ordesa.
Leyenda de las Tres Sorores o Monte Perdido. Una de ellas dice así:
Corría el siglo V cuando el caudillo visigodo Eurico arrasó una aldea cristiana del Pirineo. Ese día, tres hermanas huérfanas de madre que iban a casarse pudieron esconderse en el bosque, mientras el resto de habitantes eran asesinados o se convirtían en esclavos.
Cuando regresaron al pueblo solo encontraron desolación, muerte y un herido visigodo al que curaron a cambio de la promesa de que liberarían a los prisioneros, entre los cuales se encontraban sus futuros esposos.
Llevado al campamento una vez recuperado, las tres hermanas conservaron la vida en señal de gratitud. Los días transcurrieron sin noticias de sus amados hasta que decidieron recordar al soldado su compromiso, pero éste les dijo que sus novios, tras renegar de su fe, se habían casado con tres godas y que en ese momento se encontraba en una misión. En realidad, los tres permanecían retenidos.
Con el paso del tiempo, mermado el dolor, una de las hermanas se casó con el joven salvado y las otras con sendos guerreros; pero algo ocurrió la noche de bodas: el espectro del padre se les apareció y las jóvenes huyeron del campamento a las montañas, instalándose de penitentes en tres barracas.
De repente, una terrible avalancha de nieve sepultó las chozas de las tres desdichadas y un espantoso terremoto levantó, sobre ese lugar que ocupaban, tres sombríos montes: las Tres Sorores, como recuerdo de aquella triple apostasía y en respuesta a una maldición.
También podemos admirar en esta ruta guiada fauna y flora de la zona: flores Edelweis, pino negro, boj, erizones, relieve característico de la zona, sarrios o rebecos, quebrantahuesos, buitres leonados, marmotas, víboras aspid, lagartijas,… y cascadas y neveros casi para tocar. Una ruta de vistas excelentes. Luego para comer, recomendamos Casa Frauca en Sarvisé (carretera Broto).








lunes, 25 de junio de 2018

ROMERIA a SANTA OROSIA por la ruta de las Errmitas desde Yebra de Basa.12 kms.- 3h.30 minutos. (ida y vuelta)

Una de las rutas más tradicionales y bonitas que podemos hacer por los alrededores de Sabiñánigo. Una de las rutas posibles a la Ermita o Santuario de Santa Orosia (1.653 mts), esta vez por la tradicional senda o camino de las Ermitas (Camino de los pastores) desde el pueblo de Yebra de Basa. Unos 12 kms de sendero hacia arriba y ya en pradera hacia la Ermita con mucha flora y fauna (bojs o buchos, carrascas, acebos, pinos, erizones,... quebrantahuesos cercanos, alimoches, buitres leonados,.... 
Tradicionalmente el día 25 de junio se celebra esta Romeria que trae cientos de peregrinos, romeros y devotos de esta Santa, de varios pueblos de los alrededores con sus banderas y mastiles y sus ofrendas y sus danzantes. Patrona de Jaca y Yebra de Basa. Luego tb podemos también acceder a la Cruz de Santa Orosia o al Monte Oturia (.1930 metros). Una ruta con vistas excelentes y de fácil-moderado ascenso. Esta vez con la compañía de dos senderistas vascos: Xanti y su mujer que nos acompañaron casi desde el inicio de la ruta y con quien pasamos un recorrido muy bonito y ameno. Hasta la próxima a ambos. Seguro os veremos por estos caminos alguna vez más.
Cuenta la leyenda que Orosia (Rosa de Oro o Eurosia)
era una princesa procedente de Aquitania que llegó a aquellas montañas acompañada de un numeroso séquito camino de Toledo, donde estaba destinada a contraer matrimonio con un príncipe godo. Su largo viaje coincidió, sin embargo, con la invasión agarena, de la que ni siquiera tuvieron noticias al emprender su andadura. Así, la comitiva principesca, al pasar por los montes cercanos a la localidad de Yebra, tuvo la desgracia de tropezarse con una numerosa partida de musulmanes que los hizo prisioneros.


El cabecilla de aquella partida, Aben Lupo, se sintió inmediatamente enamorado de la princesa cristiana y la requirió de amores, pero fue rechazado una y otra vez por Orosia, que sentía sobre todo la incompatibilidad de su fe con las creencias de aquel moro que pretendía convertirla al islamismo y casarse con ella según sus creencias religiosas. El enamorado caudilo echó mano de todos los trucos imaginables para convencer a la cristiana y, ante sus firmes negativas, no encontró otra solución que intentar convencerla recurriendo al miedo. Así, en presencia de la virtuosa princesa, hizo degollar a su propio tío y a su hermano, que la acompañaban. Con ello no logró otra cosa que afirmarla en sus convicciones y, finalmente, desesperado por el mismo horror que había despertado en su amada, la hizo también decapitar con todos los demás miembros de su comitiva y arrojó sus cuerpos a una sima cercana.

Pasó el tiempo y la poca gente que tuvo noticias de aquella matanza buscó primero inútilmente sus restos y luego olvidó el suceso. Pero un buen día, mientras conducía su rebaño, un pastorcillo de Yebra distinguió luces que salían de una covacha y, al acercarse, sintió que de ella salía un aroma indefinible. Cuando se asomó encontró los restos de los mártires y, entre ellos, el cuerpo decapitado e incorrupto de la princesa Orosia. La noticia corrió por toda la comarca y, muy pronto, el cabildo de la catedral de Jaca reclamó la reliquia de la princesa, que inmediatamente después de ser encontrada fue proclamada santa y comenzó a hacer prodigiosos milagros. El pueblo de Yebra, en cuyo término había tenido lugar el hallazgo, reclamó por su parte el derecho a conservar a su santa y sólo largas conversaciones con la autoridad religiosa abocaron en una solución: Yebra conservaría la cabeza de la princesa mártir, pero el cuerpo sería trasladado a la catedral jacetana, donde habría de recibir el culto apropiado para que su santidad fuera conocida de mayor número de fieles. Y así se hizo. Y, desde entonces, la reliquia de Santa Orosia siguió repartiendo milagrosos favores desde su capilla del templo catedralicio.
 Al poco de salir de Yebra, y cuando la pista todavía está asfaltada, nos encontramos con la primera ermita, la Ermita del Angusto. Tras cruzar el barranco de Santa Orosia, la pista se convierte en senda, que nos introduce en un entorno montañoso compuesto por margas grises azuladas, un material rocoso poco consolidado que lo hace muy vulnerable a la erosión por las aguas de lluvia dando lugar a formas acarcabadas.  Tras dejar las margas, el terreno lo componen un material rocoso más consolidado, formado por areniscas, y con una leve pendiente, que poco a poco va haciéndose más dura, alcanzamos las Ermitas de Escoroniellas y Arrodillas, esta última construida sobre una roca arenisca y en donde dicen que Santa Orosia clavó sus rodillas antes de ser decapitada.
 Dejando atrás la ermita volvemos a cruzar barranco de Santa Orosia, desde donde ya podemos observar uno de los parajes más espectaculares; las Ermitas de San Cornelio y de la Cueva, ambas encajadas entre grandes paredes de conglomerado, sobre la cual se precipita desde gran altura las aguas del barranco de Santa Orosia formando una cascada conocida  como El Chorro, en cuyos pies, en épocas de bajas temperaturas se puede apreciar una gran cantidad de agua congelada.
 Siguiendo el sendero, y dejando atrás la rica vegetación, compuesta principalmente por sauces, enebros, robles y abedules, en seguida llegamos a la pared escarpada. Desviándonos del camino, subiendo por unas escaleras, llegamos a la Ermita de la Cueva, donde según la leyenda, se cobijó Orosia y su cortejo para no ser encontrados.
 Volviendo al sendero, que ahora transcurre encajado entre los niveles conglomeráticos , y pasando por detrás de la cascada, llegamos a la Ermita de San Cornelio, que debe su nombre al hermano de Santa Orosia, muerto en la persecución. Desde este punto ya podemos observar el valle del Basa y parte del recorrido realizado. Si tenemos suerte, podremos ver surcar el cielo algún buitre leonado o algún ejemplar de águila real, y si tenemos mucha mucha suerte, podremos atisbar algún quebrantahuesos.
 Continuando por la repisa de conglomerados llegamos a las Ermitas de San Blas y de Santa Bárbara, que según cuentan los vecinos murió en circunstancias parecidas a las de Santa Orosia.
 Tras pasar esta última ermita la repisa llega a su fin, y llegamos a la gran pradera que se encuentra en la cima del monte Santa Orosia. Pero antes de llegar al Santuario, nos encontramos con la última ermita del recorrido, la Ermita de la Cruz o de O’Zoque. En este punto merece la pena detenerse y admirar las hermosas vistas que nos rodean. Hacia el sur, podemos observar el Valle del Basa, y hacia el suroeste apreciamos la localidad de Sabiñánigo entre los Capitiellos (estratos verticalizados de arenisca) e incluso podemos apreciar Peña Oroel. Por el contrario, hacia el norte podemos admirar a lo lejos las cumbres nevadas del macizo de Monte Perdido.