La ruta por los Puentes Colgantes de Chulilla nos introduce en parajes de ensueño, abruptos y caprichosos. Nadie espera encontrarse con acantilados y descomunales paredes rocosas con el Turia en el fondo zigzagueando en su recorrido hacia el mar. Este impresionante y abrupto paisaje se halla a sólo 63 kilómetros de Valencia, junto a la localidad de Chulilla, en una zona que es conocida como las Hoces del Turia.
La ruta de los Puentes Colgantes, también conocida como Ruta de los Calderones o Senda de los Pantaneros, está indicada para todas las edades, incluso para niños, ya que no exige preparación física. Y se puede hacer en pareja, con amigos o en solitario. Se llama así porque durante la construcción, en los años 50, del cercano embalse de Loriguilla, y para aliviar el camino a los trabajadores que se alojaban en Chulilla, se construyeron dos puentes, uno colgante y otro fijo, que servían para acortar el camino. Sin embargo, aquellos puentes desaparecieron en 1957. Se los llevó una riada pocos años después de su construcción y fue en 2013 cuando el Ayuntamiento de Chulilla y la Diputación de Valencia tomaron la iniciativa de reproducir aquellos puentes de base de madera y, de paso, potenciar el turismo interior, deportivo y de naturaleza en esta singular zona de la Comunidad Valenciana. Se puede hacer en jornada de medio día y es una ruta fácil y que llega al embalse de Loriguilla. Para aparcar hay zonas preparadas antes y justo en el inicio de la ruta.
Para comenzar la ruta de los Puentes Colgantes, lo mejor es llegar en coche hasta las inmediaciones de Chulilla y seguir las indicaciones que nos llevan desde el pueblo hacia el Ecoparque o a la carretera del pantano. Es el momento de aparcar el vehículo en una explanada habilitada al efecto, ponerse calzado cómodo y comenzar un itinerario de unos 8 kilómetros que seguro no defraudará. La ruta, que nos conducirá hasta el embalse de Loriguilla por los puentes colgantes, se puede realizar en poco más de dos horas y media en total contando la ida y el regreso. Un tiempo que puede variar según la composición del grupo y la edad de los participantes.
El puente colgante más alto se asoma sobre el río desde una altura aproximada de unos 15 metros y tiene una pasarela muy segura de 21 metros. Y el segundo puente es menos elevado, (5,5 metros) pero la longitud de su pasarela supera los 28 metros. Ambos son muy seguros, pues están soportados por cables de acero anclados a la roca. Son parte del encanto de una ruta que nos permitirá disfrutar de un entorno de impresionante belleza que en sus alrededores cuenta con zonas de baño espectaculares, como el “Remanso de las mulas” o el “Charco azul”. Muy cerca también se encuentran la Cueva del Gollizno y la Peña Judía, espacios naturales que bien merecen una visita.
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